Desde el inicio de la pandemia, la incertidumbre ha sido el eje sobre el que han girado las preocupaciones ciudadanas, en materia sanitaria y también económica. Con el final del verano, el sector empresarial mantiene esa incertidumbre sobre cómo serán los próximos meses, con la entrada en un otoño-invierno que “va a ser complicado y al que, a la reducción de ingresos habitual de esta época del año, se suma el hecho de que las empresas aún no se han recuperado de las consecuencias del confinamiento y de un verano atípico”.
Así lo ha señalado en Castro Punto Radio, Pablo Campo, integrante de la asociación empresarial castreña ‘Impulsa’. “El consumo por parte de los ciudadanos se ha reducido considerablemente, en muchos casos porque no tienen recursos y en otros porque, aun teniéndolos, prefieren guardar por lo que pueda venir”.
En un municipio en el que “predominan las pequeñas empresas y, sobre todo, del sector servicios; a lo anteriormente mencionado se suma el hecho de que, a partir de octubre, hay que empezar a devolver los préstamos ICO, cuando los negocios aún no se han recuperado”.
En esta coyuntura “el riesgo de que aumente el número de locales que echen el cierre es grande. Ya lo estamos viendo, aunque es cierto que, en varios casos, se ve cómo otros emprendedores toman el relevo. Creemos que va a haber fluctuación de negocios”.
Con todo, “habrá que esperar a ver qué va sucediendo poco a poco y tratar de sobrellevarlo e ir tomando decisiones”. Lo que sí sería importante para Campo es que “continuarán un poco más las ayudas públicas”.
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